miércoles, 6 de julio de 2016

IIA.- Masonería ¿Motor Oculto o Vehículo de ideas.? Eloy Reverón


Pensar en este tipo de influjos es lo más lógico y sensato al referirnos a un mundo donde las ideas son perseguidas, donde el trasfondo de todo subyace en la conceptualización de un nuevo orden que otorgaba un nuevo papel a la sociedad civil, frente al antiguo régimen donde el Príncipe está sobre la Ley; no es fortuito que la crisis de la masonería operativa se resolviera veinticinco años después de la publicación de el Ensayo sobre la Sociedad Civil, de Locke. Los místicos constructores, van formando gremio con carpinteros, escultores, pintores. En la medida que crisis del pensamiento europeo afectaba a la
masonería operativa, tuvo que recibir diferentes candidatos: nobles y artesanos encontraron dónde nivelar sus intelectos en el proceso de nacimiento de la emergente burguesía. La logia es el lugar de encuentro, posibilitó la evolución de la mentalidad ilustrada, sobrevivió a la Revolución Francesa; posiblemente había adquirido un caris revolucionario en la organización de la nueva mentalidad que derramó el Té en Boston, siempre involucrada en una función esencial:   el lugar y la organización que reune gente, con mucha discreción. Las ideas republicanas atentaban por sí mismas contra la monarquía. La transmición de este conocimiento, el secreto de la organización. Para buscar el secreto masónico, es una buena pista estudiar la revolución burguesa y el rol de la masonería dentro de este proceso. Había que reunirse en secreto, las logias polítizadas debían ser secretas, por la persecución contra un nuevo orden que anunciaba la supremacía de la Ley sobre el Príncipe.
 Es necesario estudiar el giro que la masonería dió en América, porque de una masonería conservadora, que según las investigaciones del Dr. Ferrer Benimelli; en el caso de francia (8), fue elevado el porcentaje de masones que se quedó en la guillotina, demasiado elevado sobre la incipiente masonería que después llevó su estandarte en las barricadas de 1871(9).
 Es inevitable pensar que la transmisión de un nuevo espíritu requería de un vehículo discreto, porque el peligro que las nuevas ideas representaban para el poder establecido, necesitó más que discreción, el secreto riguroso que no debía salir en forma de palabra, mas sí en acción masónica. 
 Esto es lógico pero debe ser estudiado con detenimiento, coincide dentro del espíritu de un venezolano protagonista de las tres revoluciones más importantes en tres puntos del planeta. El espíritu de Miranda es la herencia de la masonería venezolana, la masonería venezolana se reconoce mirandina en el siglo XX, cuando manifiesta expresamente en sus constituciones, la trilogía de la libertad, igualdad y fraternidad. Su estructura secreta fue la más adecuada para proteger las ideas progresistas de la inquisición y el absolutismo, por eso fue proscrita como subversiva. También es la excusa que dan los masones para justificar la ausencia de documentos que confirmen su relación con la Orden. El contacto masónico de Miranda fue tan secreto, que no dejó documentos.
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(8) José Antonio Ferrer Benimelli,
Masonería Iglesia e Ilustración, Madrid, 1976,
(9) P.O. Lissagaray,
Historia de la Comuna de París, 1971.