El caso más pintoresco lo constituye la condición masónica de los reos de la Rebelión de los Cerrillos de San Blas, en febrero de 1795. Los reos iniciaron a los carceleros, y éstos, a cuenta de hermanos, Fraternalmente le abrieron las puertas del calabozo. Este es un cuento bueno para chicos exploradores, pero en una institución de adultos... no llegan ni a teoría conspirativa.
Lo más relevante es que insisten en repetirla, hasta hacer creer a los incautos, que quienes niegan sus fabulosas historietas, son enemigos de la Orden. No se dan cuenta que tamañas mentiras hacen lucir a la Orden, menos seria de lo que parece. Sobre todo cuando se trata de grupos que pretenden restaurar la idea de una masonería originaria.
Podrían inventar un mito racional como los que planteaba Evémero de Messina, una mitología de altura que requiere de una formación en literatura clásica y otras artes por el estilo.
Los remito a http://mmvzla.blogspot.com/ para que piensen en algunos detalles sobre este tema.
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